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La saliva es mucho más que un simple líquido que nos ayuda a tragar. Es un componente esencial para mantener una buena salud bucodental. Actúa como un escudo protector, lavando los restos de comida, neutralizando los ácidos producidos por las bacterias y remineralizando el esmalte dental. Además, contiene enzimas que facilitan la digestión y ayudan a prevenir infecciones. Cuando la producción de saliva disminuye, se altera este equilibrio y aumenta el riesgo de caries, enfermedades de las encías, mal aliento y otros problemas.

El calor del verano nos lleva a sudar más, lo que puede provocar deshidratación. Cuando el cuerpo está deshidratado, la producción de saliva se reduce, causando xerostomía o boca seca. Esta condición no solo es incómoda, sino que también puede tener consecuencias negativas para la salud bucal. La falta de saliva permite que las bacterias proliferen, aumentando el riesgo de caries y gingivitis. Además, la boca seca puede dificultar la deglución y el habla, e incluso provocar llagas y aftas.

Si bien la deshidratación es una causa común de boca seca en verano, existen otros factores que pueden contribuir a esta condición:

• Edad: La producción de saliva tiende a disminuir con la edad.
• Medicamentos: Muchos medicamentos, como los antihistamínicos, antidepresivos y antihipertensivos, pueden causar sequedad en la boca.
• Enfermedades: Algunas enfermedades, como el síndrome de Sjögren, la diabetes y la esclerosis, pueden afectar la producción de saliva.
• Tratamientos médicos: La radioterapia y la quimioterapia pueden dañar las glándulas salivales.

Afortunadamente, hay muchas cosas que puedes hacer para prevenir y aliviar la deshidratación y la boca seca:

• Bebe abundante agua: Mantente hidratado bebiendo agua a lo largo del día, incluso si no sientes sed.
• Evita las bebidas azucaradas: Las bebidas azucaradas pueden contribuir a las caries.
• Mastica chicle sin azúcar: La masticación estimula la producción de saliva.
• Utiliza sustitutos de saliva: Existen productos disponibles en farmacias que pueden ayudar a humedecer la boca.
• Evita el alcohol y el tabaco: Estas sustancias pueden resecar la boca.
• Visita a tu dentista regularmente: Un profesional puede evaluar tu salud bucal y recomendarte medidas preventivas.

El verano es una época maravillosa para disfrutar del sol y el buen tiempo, pero es importante recordar que el calor puede afectar nuestra salud bucal. Prevenir la deshidratación y la boca seca es fundamental para mantener una sonrisa sana y radiante. Sigue estos consejos sencillos y visita a tu dentista regularmente para asegurarte de que tus dientes y encías estén en perfecto estado.